Cómo almacenar correctamente los muebles tapizados

Cómo almacenar correctamente los muebles tapizados

Cuando se trata de preservar la belleza y longevidad de nuestros muebles tapizados, el almacenamiento juega un papel crucial. Podría parecer tan simple como cubrirlos y olvidarse de ellos, pero la realidad es que almacenar correctamente estos tesoros de nuestro hogar requiere atención al detalle y conocimiento. Si te has preguntado cómo proteger tus sofás, sillas y otomanas durante la mudanza, una remodelación o simplemente porque necesitas liberar espacio, estás en el lugar correcto. Sigue leyendo para descubrir cómo asegurarte de que tus muebles tapizados se mantengan en perfecto estado, incluso cuando están fuera de la vista.

1. Elige el Ambiente Adecuado

El primer paso para el almacenamiento adecuado de muebles tapizados es seleccionar un ambiente propicio. Busca un lugar que sea seco y libre de fluctuaciones extremas de temperatura. La humedad es el enemigo de los textiles, pudiendo causar moho y malos olores, mientras que el calor excesivo puede secar y agrietar las telas. Un espacio con control de clima es ideal, ya que mantiene un nivel de humedad constante y protege contra las temperaturas extremas.

También es importante asegurarse de que el área esté limpia y libre de plagas. Antes de almacenar tus muebles, realiza una limpieza profunda del espacio para evitar sorpresas desagradables más adelante. Considera la posibilidad de utilizar deshumidificadores y paquetes de gel de sílice para mantener el aire seco y fresco alrededor de tus muebles.

2. Limpieza Previa al Almacenamiento

Antes de guardar tus muebles, es esencial darles una buena limpieza. Elimina el polvo y la suciedad con una aspiradora, prestando especial atención a las grietas y los pliegues. Si es necesario, utiliza productos de limpieza específicos para el tipo de tela de tus muebles. Deja que los muebles se sequen completamente antes de almacenarlos para evitar la aparición de moho. Una limpieza meticulosa no solo preserva la calidad del tapizado sino que también previene la atracción de insectos.

Para las manchas difíciles, considera contratar a un profesional en limpieza de tapizados antes de almacenarlos. Esto garantizará que tus muebles se almacenen en el mejor estado posible, y estén listos para usar cuando los necesites nuevamente.

3. Protección contra Daños

Una vez limpios, es crucial proteger tus muebles tapizados de posibles daños. Evita utilizar plástico directamente sobre la tela, ya que puede causar condensación y daños por humedad. En su lugar, opta por cubiertas de tela transpirable como sábanas de algodón o fundas específicamente diseñadas para muebles. Estas permitirán que el material respire y protegerán contra el polvo y la suciedad.

Además, asegúrate de que ninguna parte de los muebles esté bajo tensión durante el almacenamiento. Los cojines deben ser retirados o colocados de manera que no se deformen. Si es posible, guarda las patas y los soportes por separado para evitar que ejerzan presión sobre el tapizado.

4. Posicionamiento Estratégico

El lugar donde sitúas tus muebles dentro del espacio de almacenamiento es igual de importante. Mantén los muebles tapizados alejados de las paredes y otros objetos que puedan causar rozaduras o transferencia de colores. Si estás apilando muebles, coloca las piezas más pesadas en la base y nunca pongas objetos pesados sobre los muebles tapizados, ya que esto puede deformarlos o dañar el tapizado.

Considera la posibilidad de elevar tus muebles del suelo para protegerlos de cualquier daño por inundaciones o plagas. Utiliza bloques o paletas para mantener tus muebles tapizados seguros y en posición horizontal, evitando así la tensión y el desgaste innecesarios.

5. Evita el Apilamiento

Si bien puede ser tentador maximizar el espacio apilando muebles, esta práctica debe evitarse con los muebles tapizados. El peso adicional puede causar compresión de los cojines y deformar la estructura interna. Si necesitas apilar algo, asegúrate de que sea liviano y que no dañe la tela o cause impresiones permanentes.

En caso de que debas colocar objetos sobre los muebles tapizados, utiliza una superficie plana y amplia para distribuir el peso de manera uniforme, como una tabla de madera cubierta con una manta suave. Esto ayudará a minimizar el riesgo de daños durante el período de almacenamiento.

6. Control de Plagas Regular

El control de plagas es una parte esencial del almacenamiento de muebles tapizados. Incluso en un espacio limpio y bien mantenido, es posible que los insectos y roedores encuentren su camino. Revisa tus muebles periódicamente en busca de signos de infestación, como mordeduras, huevos o excrementos. Utiliza repelentes naturales, como bolsitas de lavanda o cedro, para disuadir a las plagas sin dañar el tejido de tus muebles.

Si descubres evidencia de plagas, actúa rápidamente para limpiar y proteger tus muebles. Puede ser necesario retirar los muebles del almacenamiento y tratar tanto el espacio como los muebles afectados para evitar daños mayores.

7. Revisión y Mantenimiento

Finalmente, el almacenamiento de muebles tapizados no es una situación de "almacenar y olvidar". Es importante realizar revisiones regulares para asegurarte de que el ambiente de almacenamiento sigue siendo seguro y que tus muebles se mantienen en buenas condiciones. Verifica que las fundas protectoras estén intactas y que no haya acumulación de polvo o humedad.

Durante estas revisiones, aprovecha para ventilar los muebles y cambiar su posición si es necesario. Esto no sólo previene la deformación y los olores, sino que también te da la oportunidad de detectar y tratar cualquier problema antes de que se convierta en un daño irreparable.

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